III Encuentro Historia Barracas al Norte y al Sud

Fue organizado por la UTN Avellaneda, las Juntas de Estudios Históricos de Barracas y Avellaneda, la Asociación de Historia Oral local y la Municipalidad de Avellaneda.

El viernes 10 de septiembre se desarrolló el III Encuentro de Historia de Barracas al Norte y al Sud, organizado conjuntamente por la Facultad Regional Avellaneda de la Universidad Tecnológica Nacional –desde la Secretaría de Cultura y Extensión Universitaria–, la Junta de Estudios Históricos de Barracas, la Junta de Estudios Históricos de Avellaneda, la Asociación de Historia Oral de Avellaneda, la Junta de Estudios Históricos de Barracas al Sud y la Municipalidad de Avellaneda.

La apertura fue realizada por el Vicedecano de la Facultad, Ing. Enrique Filgueira, quien se refirió a la situación de la educación en el contexto de pandemia: “Hemos podido continuar adelante con nuestra actividad primaria, que es la de formar Ingenieros”. “Además, es también nuestra obligación como Universidad Pública estar en contacto con la sociedad más allá de lo académico, en los aspectos sociales y culturales. Es por eso que propiciamos estos encuentros”, expresó el Ing. Filgueira.

A continuación, el Prof. Lucas Yáñez, Presidente de la Junta de Estudios Históricos de Barracas, afirmó: “Somos investigadores del pasado pero no por añoranza, sino como forma de aportar a la construcción de nuestro futuro”. “Desde las organizaciones aquí reunidas buscamos seguir tendiendo puentes que nos mantengan unidos”, destacó.

Los expositores de la jornada fueron Marcelo Vecino Dri, Denise Ganza, Chalo Agnelli, Natalia Stadler y Sofía Piñeyro, quienes realizaron distintas ponencias. Al finalizar cada una, recibieron una devolución y luego respondieron consultas del público, que fueron presentadas por la Lic. Natacha Mell. Inicialmente, Natalia Stadler expuso su trabajo sobre la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, realizado conjuntamente con Chalo Agnelli. “La Junta fue creada hace 81 años con el objetivo de salvaguardar la historia y el patrimonio local a partir del estudio y la investigación. Afianza nuestra identidad y sentido de pertenencia”, comentó. “A través del tiempo, la Junta se reconfiguró en virtud de las necesidades de la comunidad. Hoy, nos encontramos trabajando en distintas propuestas vinculadas con la preservación de bienes de interés histórico. Contamos con un archivo documental que deseamos que sea un reservorio de bibliografía de referencia y de libre acceso”, explicó, y añadió: “La recuperación de la historia local y el fortalecimiento de la identidad territorial es una construcción colectiva que debemos pensar en modo regional, de manera conjunta”.

A su término, la Prof. Miriam Levy realizó su devolución sobre la exposición: “Su testimonio revela el compromiso de este grupo de personas que se empeñan en un doble objetivo: la protección del patrimonio y el aumento del conocimiento de la historia regional”, refirió, y completó destacando que “es necesario rescatar la memoria local, muy desvalorizada desde la perspectiva de la historia nacional. El territorio nos acerca como individuos, nos da pertenencia. Ese es el sentido de las Juntas de historia”.

Posteriormente, Marcelo Vecino Dri expuso sobre la fundación del pueblo de Punta del Indio, perteneciente al partido de Punta Indio, en relación con la reconstrucción de la historia local a partir de la memoria colectiva. “El municipio se encuentra ubicado a  150 km al sur de Capital Federal y a 80 al sur de La Plata. El pueblo fue fundado en octubre de 1932 por iniciativa de los hermanos Rodolfo y Emilio Catella”, manifestó, y advirtió: “Existe una disputa simbólica en torno a las interpretaciones del pasado: no existe bibliografía de la historia del pueblo y su fundación, y no se hace mención oficial de los hermanos Catella. Además, la mayoría de los habitantes desconoce quién, cuándo y cómo fundó el pueblo en el que viven”. “Es por ello que hemos realizado entrevistas para poder escuchar otras voces, contrahegemónicas, en pos de la reivindicación del pasado originario”, enfatizó.

“Con la lucha de las fuerzas del pueblo, se cristaliza un avance para el reconocimiento de los fundadores, reflejado en ordenanzas municipales donde se logra la mención oficial de los hermanos Catella como artífices del proyecto de fundación, pero aún no es el reconocimiento suficiente a su tarea”, relató Vecino Dri. “Esta investigación está vinculada con quitar del olvido la historia ligada a la memoria de todo un pueblo. Y destaca la importancia de la historia oral como herramienta para la reconstrucción de procesos, hechos y disputas”, concluyó. La devolución a su ponencia fue realizada por Enrique Arrosagaray. “Es clave esta batalla por la memoria y por la desmemoria, y queda de manifiesto en la historia de muchos municipios de la Provincia donde hay intereses por no develar la verdad histórica”, afirmó Arrosagaray. “El objetivo del trabajo presentado es poner luz sobre la fundación de Punta del Indio. Y aquí reside la importancia de los testimonios orales, con recuerdos que se suman y van formando un entramado que enriquece el conocimiento colectivo”, expresó.

Luego fue el turno de Sofía Piñeyro, quien presentó su exposición “Cartografía de Villa Jardín, un análisis del territorio”. “Se refleja que el proceso histórico, político y productivo que se llevó a cabo a lo largo de la historia argentina tuvo incidencia en Villa Jardín, donde se manifiestan cuatro fases de urbanización: la ocupación de estancias o chacras en el marco del proceso de organización del Estado nacional y la inserción al capitalismo; los primeros loteos después de la crisis económica de 1890; la instalación de empresas durante el proceso de industrialización por sustitución de importaciones, donde se asienta la mano de obra; y el surgimiento de villas miserias a partir de la última Dictadura”, detalló Piñeyro. “Realicé entrevistas con referentes barriales, que destacaron la posibilidad de trabajo y desarrollo en la etapa del Estado benefactor, y remarcaron también la pobreza y la paralización de los procesos de urbanización en la época de la Dictadura y el neoliberalismo, donde se refuerza el movimiento barrial de desocupados y la conformación de cooperativas”, relató.

En su caso, la devolución estuvo a cargo del Prof. Diego Huguenet. “La investigación realizada problematiza al territorio de Villa Jardín desde una perspectiva histórica y geográfica, que tiene también un cruce con representaciones simbólicas y tradicionales”, analizó. “El trabajo nos transporta desde el periodo colonial hasta el presente, siguiendo variables y problemáticas económicas, habitacionales, organizacionales y ambientales de los habitantes de Villa Jardín”, enumeró.

La última ponencia fue desarrollada por Denise Ganza, que tomó el caso de la ciudad de Valentín Alsina para analizar la inmigración y la vida asociativa en el periodo 1900-1960. “Valentín Alsina es un espacio privilegiado para analizar las transformaciones que acontecieron entre fines del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, a partir de tres rasgos propios: el componente inmigratorio de su población, que no solo incluye a inmigrantes españoles e italianos, sino también húngaros, armenios y lituanos; que es una zona caracterizada por un fuerte desarrollo industrial; y que, como el conjunto del Gran Buenos Aires, es una región de escasa atención historiográfica”, relató.

Para el análisis del proceso de integración de inmigrantes, Ganza tomó como eje cuatro instituciones de la localidad, y contempló sus diferencias: la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, el Centro Gallego de Mutualidad y Cultura, el Colegio Armenio Jrimian y el Club Italiano Avellino. “La Sociedad Cosmopolita, creada en 1901, se caracterizaba por contar con asociados de diversos orígenes. Fue pionera del desarrollo asociativo de la localidad. El Centro Gallego data de 1925; se propuso combinar objetivos culturales con mutuales, aunque terminaron prevaleciendo estos últimos. El Colegio Armenio tiene que ver con la inmigración armenia hacia la Argentina, y en particular Valentín Alsina se volvió un centro de preservación de su memoria colectiva. Fue creado en 1930 e inicialmente tenía carácter de educación complementaria, pero se incorpora luego a la enseñanza oficial en 1963. Por último, el Club Avellino tiene su origen en la radicación de italianos provenientes de la región de Avellino. Fue creado en 1960 en Villa Diamante”, describió.

Para cerrar, remarcó que “los ámbitos locales son ventanas privilegiadas para analizar la vida cotidiana”. Al respecto, la devolución estuvo a cargo del Prof. Roberto Tarditti, quien destacó que el trabajo presentado “plantea el desafío de cómo entender el asociacionismo en el marco de un proceso histórico más amplio que el de los análisis habituales”. “Es necesario conocer el presente para transformar el futuro”, concluyó.

Como cierre de la jornada, que contó también con la participación del Ing. Oscar Lopetegui, Secretario de Cultura y Extensión Universitaria de la UTN Avellaneda, la Prof. Miriam Levy y Enrique Arrosagaray agradecieron a las instituciones y al público participante: “Gracias a la Facultad, por su permanente compromiso con las actividades culturales de Avellaneda, y a la Municipalidad por el apoyo”.

El encuentro se desarrolló a través de la plataforma Zoom y fue transmitido vía Facebook https://www.facebook.com/CulturaYExtensionUTNFRA/